¿es justo que todo un país pague por la escasa visión para los negocios de un grupo comunicacional que no tuvo en cuenta un cambio de legislación, y creyó que podía gobernar sin el voto popular?, tomando al rating como si fuera el mandato del pueblo, dentro de un juego político ficticio al margen de las instituciones. Si el Indec miente, entonces que digan quien mide el rating, ya que la muestra de 800 hogares es proyectada a nivel nacional, y son números menos creibles que los del Indec.
La lección que nos dio Clarin o TN es que darle demasiada credibilidad a los medios es autoengañarse. No tomandose el trabajo de leer entre lineas, por pereza o incapacidad.
Es casi como un mensaje psicodélico, todo es mentira, todo es ilusión, la realidad es según el cristal, la droga, o las internas con el gobierno, que te tomaste.
En definitiva "Vos ves lo que yo quiero que veas".
Si quiero te muestro cadáveres descuartizados las 24 hs, hasta que se te oscurezca el ánimo y salgas corriendo a comprar Yogur Ser en polvo o veneno para ratas.
Los que dicen "si querés podes cambiar de canal o apagar la tele, o no comprar el diario", no toman en cuenta que la información es, dadas las circunstancias, un bien de primera necesidad ya que nuestra supervivencia a veces depende de ella.
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